ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES DE LOS  JUEGOS OLÍMPICOS DE ATENAS DE 1896

INTRODUCCIÓN

 

Tuvieron que transcurrir más de 1500 años desde la finalización de los “Juegos  de la Antigüedad”, para que el mundo recuperara la pureza y los valores del olimpismo.  Cómo no podía ser de otra forma, Atenas fue el escenario de este memorable acontecimiento,  en el cual se volcó toda la ciudadanía griega en unas jornadas de incontenible fervor patriótico.

 

No  hay duda que mencionar los Juegos Olímpicos,  es recordar el acontecimiento deportivo más universal de la época moderna. Todos conocemos el nombre de infinidad  de grandes deportistas, que gracias a su tenacidad y a su trabajo, han conseguido gestas y plusmarcas  impensables, muy pocas décadas atrás. En realidad estos son, nada más y nada menos, los activos que hacen grande  el deporte y propagan su dimensión mundial.

 

Pero en  cada cita olímpica y dentro de su variedad de deportes, siempre existen otros elementos que gusta conocer y  que no siempre han tenido la divulgación que por su originalidad merecían. Estoy hablando de aquellas anécdotas  y curiosidades, que paralelamente con los Juegos han venido sucediéndose durante cualquier  época de los mismos, donde la picaresca y la genialidad han acaparado la atención de todos los aficionados.

 

El hecho de organizarse por primera vez este gran de  acontecimiento de “Los I Juegos de la Era Moderna”, trajo consigo muchas incidencias y anécdotas,  que intentaré enumerar con la mayor veracidad posible, dado que en aquella época las versiones que se  difundieron, casi siempre traían emparejada la fantasía de muchos de los comunicadores.

 

Dimitris Vikelas
Dimitris Vikelas

Todo  comenzó el día 6 de abril de 1986 con la designación del francés Pierre  de Fredi  Barón de Coubertín, que sustituía al anterior  presidente del “Comité Olímpico Internacional, el griego Dimitrios  Vikelas el cual presidió el movimiento olímpico, desde 1894 hasta 1896.

 

Sin duda el mejor escenario para la recuperación de los antiguos Juegos,  no podía ser otro que el estadio Liburgo construido casi cuatro siglos a.  c. y sede de los primeros “Juegos de la Antigüedad”, rebautizado posteriormente una vez efectuada  su remodelación, con el nombre de Panathinaikó, donde en menos de una hora, 80.000 espectadores  llenarían el estadio, mientras otras 10.000 ocuparían las pequeñas colinas situadas alrededor del  mismo.

 

JUEGOS DE ATENAS DE 1896

 

Participaron catorce países, Alemania, EE.UU. Francia, Hungría, Gran  Bretaña, Australia, Dinamarca, Suecia, Austria, Bulgaria, Chile, Italia, Suiza Grecia, que en conjunto fueron representados por 241 hombres de los cuales casi 200 de ellos,  eran de nacionalidad griega. En este primer acontecimiento olímpico, no hubo participación de las mujeres.

 

Los deportes seleccionados fueron nueve, atletismo,  natación, gimnasia, ciclismo, tenis, halterofilia, remo, lucha y tiro. Las pruebas de remo  y vela, esta fuera de concurso, no se pudieron disputar debido al fuerte oleaje de la mar.

 

En  esta primera edición, solamente recibían medalla los dos primeros clasificados  de cada prueba. Al primero se le entregaba una medalla de plata y una rama de olivo y al segundo una  medalla de bronce y una rama de laurel. No se daban medallas de oro porque se consideraba que interfería las  reglas del amateurismo. A todos los ganadores se los entregaba así mismo, un diploma oficial de los Juegos.

 

La entrega de galardones se efectuaba en la Ceremonia  de Clausura, bajo los sonidos de la música de un himno compuesto con letra del poeta griego  Kostis Palamas y música de Spyridon Samaras, que personalmente dirigió la  orquesta. A pesar de que en diferentes Juegos siempre sonaba una música en los actos ceremoniales,  este himno no fue declarado como oficial, hasta los Juegos de Roma de 1960.

 

Así  mismo en estos primeros Juegos, no hubo encendido  de la antorcha, uno de los símbolos de los mismos, que sí sería oficial a partir de Ámsterdam  de 1928, cuando se encendió por primera vez el pebetero del estadio. Lo mismo sucedió en los actos  protocolarios con el Juramento de los atletas y jueces, que fueron obligatorios a partir de  los Juegos de Amberes de 1920 y de Munich de 1972 respectivamente.

 

Hay  que señalar que en las primeras ediciones de los Juegos,  un deportista, que tuviera acreditado unos registros deportivos aceptables, podía inscribirse  a nivel personal, siempre que se pagara los gastos que comportaba la participación en el acontecimiento olímpico.

 

El primer campeón olímpico de la historia moderna,  1500 años después de los “Juegos de la Antigüedad” fue el norteamericano James B.Connolly,  vencedor del triple salto con 13.71, el día 6 de abril de 1896. Este atleta que efectuó  el desplazamiento en un barco de carga y en ferrocarril, corrió con todos los costes por su cuenta incluida  la estancia, dado que en aquel tiempo no existía todavía la villa olímpica, que si apareció a partir de los  Juegos de Los Ángeles de 1932.

 

Una atípica  incidencia, sucedió en la prueba de fondo en mar abierto, con una distancia de 1200 metros, teniendo que  llevar en barcazas a los participantes al lugar de la salida, dejándolos solos para nadar en línea recta hasta  la costa, que dado el estado de la mar y la frialdad del agua, solamente tomaron la salida nueve participantes,  sin ninguna barcaza de acompañamiento.

 

Pero la gesta  de estos nadadores, no era el triunfo, sino mantener su flotabilidad, dado que la altura de las olas hacían  peligrar su integridad física, como manifestó el vencedor de la prueba el húngaro Alfred Hajos,  que tuvo que realizar un esfuerzo sobrehumo sin importarle demasiado su clasificación. Lo que  importaba  era llegar vivo a la costa que era su única salvación.

 

El nadador Alfred Hajos
El nadador Alfred Hajos

Todas  las pruebas de natación se celebraron en mar abierto el la Bahía de Zea cerca del  Pireo, con una mar embravecida con olas de más de tres metros de altura, celebrándose todas  las pruebas en una única jornada. Las disciplinas escogidas fueron: 100 metros libres, 500 metros libres, 1200 metros libres.

 

Conforme transcurrían las jornadas,  la decepción de los aficionados griegos iba en aumento al no poder ganar ninguna medalla. Era tanta la ansiedad  de la población, que incluso se incluyó una prueba, en mar abierto no oficial, de 100 metros, en la cual  solamente podían participar marineros que fueran de nacionalidad griega.

 

Pero era tan fuerte el temporal que de los doce inscritos solamente tres  acudieron a la salida. Ganó Malokinis con un tiempo de 2,20 seg. con una ventaja sobre el segundo  clasificado, de más de un minuto.

 

Pero cuando mayor era la decepción, llegó inesperadamente  la explosión de  júbilo que toda la nación esperaba. Tuvo que ser un humilde y laborioso pastor de la localidad de Marussi,  llamado Spyridón Louis, que contra todo pronóstico se alzó con la victoria  con más de ocho minutos de ventaja sobre su perseguidor, también de nacionalidad griega, en un recorrido entre  Maratón y Atenas . Fue tan grande la alegría y el entusiasmo, que el  propio Rey Jorge I de Grecia y el Príncipe Constantino, saltaron a la pista  para acompañar al vencedor, corriendo a su lado los últimos metros. Hay que señalar que Spyridón Louis,  estuvo 24 horas rezando, para comerse el día de la prueba una gallina entera.

 

En  esta prueba participaron 17 atletas de los cuales ocho abandonaron o  fueron descalificados. Se comentaba posteriormente, que la distancia total de la prueba oscilaba alrededor de  los 40 kilómetros, que dada las dificultades de aquella época pora la medición del recorrido, pudo haber sido  posible. El tiempo oficial de Spyridon Louis fue de 2h.58, 50. Hay que añadir que todos  los participantes eran de nacionalidad griega, menos el tercero clasificado el húngaro Gyla Kellner  que tardó 3h. 06,35 A los demás atletas clasificados no se los tomó ningún tiempo oficial. Como anécdota  se tendría que decir que el griego Spyridon Belokas llegó en tercer lugar, pero fue  descalificado, al descubrirse que se había subido a un carro.

 

Hay  que señalar que Spyridon Louis, no volvió a correr nunca más. Gracias a su triunfo  fue obsequiado con diferentes prebendas, entre las cuales había una considerable cantidad de dinero en metálico,  por la cual, fue descalificado por el Comité Olímpico, porque esto vulneraba los límites  del amateurismo.

 

Spyridon Louis
Spyridon Louis

Una incidencia histórica tuvo lugar antes de darse la salida del maratón.  Una mujer griega llamada Stamis Rovithi, pidió permiso para correr junto con los hombres,  siéndole denegada su petición, a lo cual ella sin pensárselo dos veces, salio totalmente sola detrás de ellos,  por un recorrido paralelo y alterno para no entorpecer a los atletas, parándose solamente un momento para  beber un vaso de agua, cuando ya había rebasado a muchos hombres que iban abandonando por el esfuerzo realizado.

 

Cuando llegó a las puertas del estadio, ya completamente vacío de público,  le prohibieron entrar, optando por hacer un recurrido alrededor del mismo, llegando con cerca de cuatro horas  de retraso en relación con el último clasificado. Este hecho levantó muchas críticas, porque se coincidía  que el esfuerzo de la atleta bien merecía este premio.

 

Existe  la creencia que otra atleta griega Melpóneme, también pretendía lo mismo, pero no hay  la evidencia que esto fuera así Por otro lado existe algún documento, que insinúa que posiblemente se trate  de la misma persona.

 

Si el héroe nacional fue sin duda  Spyridon Louis, el atleta más destacado de los Juegos, fue el alemán Carl  Schumann, que participó en cuatro disciplinas, atletismo, gimnasia, halterofilia y lucha grecorromana,  ganando un total de 4 medallas de plata y otros cuatro de bronce.

 

Otra anécdota de las muchas que sucedieron, apareció, en la salida de los  100 metros lisos, cuando el norteamericano Thomas Burke el único de los participantes que  apoyó una rodilla y los brazos en el suelo, sorprendió a los jueces por esta atípica postura. En  principio estos dudaron, por si esto suponía una irregularidad, dado que los demás participantes lo hacían de pié y en diferentes posturas. Al final dieron por buena esta posición. El vencedor fue Burke con 12 seg. justos, que repitió victoria en los 400 metros lisos con 54,2.

 

De todos modos el primer campeón griego de la historia,  fue uno de los profesionales autorizados a participar, aunque en un acontecimiento separado. Su nombre Leonidas  Pyrgos, ganador en esgrima, en la especialidad de florete.

 

En  las competiciones de ciclismo, que se disputaron en un velódromo al aire libre,  participaron cinco países, con un programa compuesto por cinco pruebas en pista y una en carretera entre Maratón  y Atenas, con un recorrido de ida y vuelta de 87 km.que se adjudicó  el griego Arístides Konstantinides. Pero fue en el curso de las pruebas en pista donde surgió  la anécdota. Llamó mucho la atención por celebrarse en un velódromo las competiciones de 100 Km. y las 12  horas.

 

Hay que decir que en la segunda de las mencionadas  pruebas, solo se presentaron a la salida dos participantes, un ciclista y un esgrimista. Bajo un tiempo infernal  con lluvia y viento ganó sorpresivamente, Adolf Schmal un miembro del equipo de esgrima  de Austria.

 

En halterofilia un deporte  que casi acababa de nacer, que casi siempre se disputaba al aire libre, tuvo como escenario el propio estadio  Panatenaikó. Se presentaron solamente dos participantes, un danés Viggo Jensen  y un escocés Launceston Elliot, los cuales en un equilibrado enfrentamiento acabaron  empatados, por lo cual tuvo que realizarse un desempate que también finalizó en tablas. Fue el propio Rey  Jorge I de Grecia, en su calidad de juez supremo, quién otorgó la victoria al danés por  su mejor estilo. Esto provocó un cierto descontento entre alguna de las delegaciones, que no estaban acostumbrados  a estas decisiones.

 

El medallero final estuvo encabezado  por Estados Unidos con 90 medallas, siendo el último Luxemburgo con  1 medalla.

 

Nadadores protegiéndose del frío antes de subir a las barcaza para ir a la  salida
El americano Thomas Burke, con las manos en  el  suelo en la salida de100 m. lisos
Nadadores protegiéndose del frío antes de subir a las barcaza para ir a la  salida
El americano Thomas Burke, con las manos en  el  suelo en la salida de100 m. lisos
Los franceses León Flamengo y Paúl Mason las vencedores de ciclismo en pista Salida de natación en mar abierto, con las barcazas como línea de salida
Los franceses León Flamengo y Paúl Mason las vencedores de ciclismo en pista
Salida de natación en mar abierto, con las barcazas como línea de salida

Para más información entrar en la página de los Juegos de Atenas 1896

Fuentes de información:

 

Libros de la Asociación Española de Estadísticos de Atletismo (AEEA)

Archivos de la Federación Española de Atletismo (RFEA)

Libros de la Federación Internacional de Atletismo (IAFF)

Documentación propia

Búsqueda por Internet

 

Abril de 2014