LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE LONDRES DE 1948

 

   LOS JUEGOS DE LA AUSTERIDAD

 

La tarea para el COI, todavía con todas las secuelas de esta sangrante guerra, fue complicadísima. para encontrar una sede organizadora,. Después  de los intentos fracasados para  realizarlos en Tokio en 1940, ciudad que posteriormente renunció, como así mismo los adjudicados  a Londres para 1944, que el conflicto bélico mundial, también hizo imposible organizar,  provocó un enorme desanimo dentro del entorno del movimiento olímpico internacional, que hizo temer lo  peor para su continuidad.

 

Pero como todo tiene su historia, hay que decir, que en el Congreso urgente celebrado en Londres el 9 de junio de 1939, el COI después de la negativa de Tokio, propuso organizarlos  en la capital británica, en el anteriormente señalado año 1944, lo cual fue aceptado  por el gobierno de Inglaterra.  Pero que los avatares de la contienda bélica mundial, hizo imposible organizar.

 

Delante de esta nueva coyuntura, no hubo más remedio que esperar, a la finalización  esta cruenta guerra mundial, para convocar, ya en pleno año 1946, un nuevo Congreso para que el Comité  Olímpico Internacional, en su sesión celebrada en Laussane, hiciera valer  su anterior decisión, para poder conceder la organización de los Juegos de 1948, a la capital londinense,  cita que también aspiraba organizar Helsinki, pero que por  problemas fronterizos con la  Unión Soviética, se decidió que sería mejor que la  capital finlandesa, organizara los correspondientes  al año 1952, decisión que fue aceptada unánimemente por todos.

 

Queda muy claro, después de todo lo expuesto, que la perspectiva que se avecinaba para la  capital londinense, no era un camino de rosas. No se debía olvidar que Londres aceptaba un  reto muy difícil de asumir, que no toda la población aceptaba de buen grado. El pueblo británico estaba mucho  más preocupado en la reconstrucción social y económica de su país, que no en eventos deportivos, aunque fueran  de la importancia de unos Juegos Olímpicos.

 

Los estragos de la guerra sobre la capital londinense, a mediados de los años de 1940
Los estragos de la guerra sobre la capital londinense, a mediados de los años de 1940

No hay que olvidar por otro lado, que todavía la ciudadanía, con su ciudad  medio derruida por los estragos de los bombardeos, se abastecía de los alimentos básicos como el pan, la leche  los huevos, mediante las cartillas de racionamiento.

 

Por  otro lado no acababan de entender este dispendio económico, cuando era evidente que gracias a la ayuda  de muchos países extranjeros, suministrando toneladas de alimentos de primera necesidad, eran el principal  sostén para su supervivencia. Pero para los organizadores, era vital recuperar estos Juegos que, como queda explicado, estuvieron muy cerca de desaparecer.

 

        UNAS VIEJAS Y PRECARIAS INSTALACIONES DEPORTIVAS

Como queda expuesto, la maltrecha economía no daba para mucho. A parte de  la construcción de la piscina olímpica, subvencionada por una empresa privada, la organización no pudo construir  nada nuevo. El entrañable Estadio de Wembley fue acondicionado para pasar, de una capacidad  de 80.000 a 100.000 espectadores, además de sustituir la pista de cemento, habilitada para carreras de  galgos y motocicletas, por una de ceniza, donde se desarrollarían las pruebas atléticas.

 

Esto  produjo el enojo de los mencionados colectivos de estos deportes, que  clamaban al cielo, cuando las imprevisibles condiciones climatológicas, de Londres, aparecieron  en forma de  lluvias torrenciales, dejando la pista de atletismo hacha un auténtico lodazal.

 

El estadio de Wembley, en la inauguración de los Juegos Olímpicos
El estadio de Wembley, en la inauguración de los Juegos Olímpicos

 

La única instalación nueva que se construyó, especialmente para estos Juegos,  fue el pabellón para las pruebas de natación, el "Wembley Bristish Empire Pool” que fue  financiado por una empresa privada, la cual albergó por primera vez en unos Juegos Olímpicos,  las pruebas de natación bajo techo.

 

Sin salirnos del  agua, hay que conocer, que las pruebas de remo que despertaban en el país británico, durante aquella época,  tanta  ó más pasión que el atletismo, tuvieron su escenario en las caudalosas  aguas del río Támesis.

 

Aspecto de uno de los barracones militares, de la Villa Olímpica
Aspecto de uno de los barracones militares, de la Villa Olímpica

Si nos referimos al alojamiento de los deportistas,  mejor dicho, si hablamos de la “Villa Olímpica”, se tuvieron que habilitar unos destartalados  y viejos barracones militares, utilizados durante la pasada contienda bélica por las tropas británicas..  En este tétrico lugar, fue donde tuvieron que convivir los deportistas de diferentes países. Los que  no cabían, fueron alojados por otros sectores  de la ciudad.

 

El  centro principal de operaciones, estaba situado en el campamento de Richmond Park, donde  se  alojaron la mayoría de los 4.500 de participantes.

 

Como queda explicado, se acondicionaron otros espacios de la ciudad, para  el alojamiento del resto de participantes, como podían ser albergues, cuarteles, escuelas, donde muchos de  sus escritorios, fueron sustituidos por camas, facilitando la organización a cada participante su correspondiente  su ropa de cama, pero no así las toallas, que deberían ser de su propiedad o comprarlas a su llegada.

 

Por su parte los deportistas ingleses, proporcionaron una  de las anécdotas más curiosas, al ser obsequiados cada miembro de la delegación, con un par de calzoncillos,  gracias a la gentileza de un conocido centro comercial de la capital.

 

En  lo que hace referencia al equipo femenino inglés, este se instaló en el octavo piso de un  edificio, cuyo ascensor no funcionaba, con los inconvenientes que esto ocasionaba.

 

En  fin todo un rosario de calamidades, pero que gracias, al esfuerzo de todos, los  Juegos casi contra pronostico, pudieron celebrarse, con una muy perfecta organización. A partir de este puntual  momento, ya nunca más dejaron de celebrarse.

 

LOS ACTOS PROTOCOLARIOS DE APERTURA

 

La Ceremonia de Apertura, se efectuó el 29 de julio, siendo presidida por  el Rey Jorge IV. El juramento de los atletas, fue efectuado por el atleta el británico Don  Finlay, y el portador de la llama olímpica en el último relevo, lo realizó su compatriota  John Marks.

 

La asistencia de público, a  pesar de las voces en contra, fue masiva llenando a tope el estadio y acogiendo con entusiasmo este emblemático  acto, el cual por primera vez, fue retransmitido en directo por Televisión, aunque fuera en blanco y negro,  pero que no todos lo pudieran contemplar.

 

Por la precariedad  de la época, no todos podían tener el lujo de poder acceder a ella, dado que solo los más afortunados,  pudieron disfrutar de este acontecimiento desde su propio hogar. Fueron muchos los países entre ellos España,  a los que no llegaron las señales.

 

Llegada de la llama olímpica al estadio-Wembley, portada por el  atleta inglés John Marks
Llegada de la llama olímpica al estadio-Wembley, portada por el  atleta inglés John Marks

A  pesar de las poco optimistas perspectivas, la asistencia de 59 países, constituyo un récord de participación,  con cerca de 4.465 deportistas, entre los cuales se encontraban, 390 mujeres. Pero a pesar de esta masiva  presencia, el nivel de marcas fue más bien bajo, batiéndose solamente 10 records olímpicos.

 

El listado de galardones lo encabezó la delegación de Estados Unidos  con 84 medallas, seguida por Suecia con 44.

 

Hay que recordar que tanto Alemania como  Japón, fueron excluidos de esta cita olímpica, por las diferencias políticas originadas,  por el reciente conflicto de la Segunda Guerra Mundial.

 

LOS GRANDES TRIUNFADORES DE LOS JUEGOS

 

No hay duda que entre los muchos atletas que destacaron, sobresalieron con  luz propia dos nombres, que dejarían su huella para siempre en los anales de la historia olímpica.

 

La holandesa Fanny Blankers-Köen, en los 200 metros lisos y medalla de oro
La holandesa Fanny Blankers-Köen, en los 200 metros lisos y medalla de oro

Nos  estamos refiriendo a la más grande de todas las atletas que  jamás pisaron una pista atlética. La holandesa Fanny Blankers-Köen, conocida  como la “holandesa voladora” ganadora de toda las medallas de oro en las pruebas que disputó.  Sus triunfos en 100 metros lisos, 200 metros lisos, 80 metros vallas y los relevos 4 x 100, tuvieron una  resonancia  enorme, que todavía hoy recuerdan, los viejos estadísticos de nuestro deporte atlético.

 

Esta  grandísima atleta, ya con 32 de edad, estaba inscrita en seis pruebas, que sin  duda hubiera ganado, pero la organización solo le permitió participar en cuatro de ellas. Su hazaña de alcanzar  cuatro medallas de oro, en una misma olimpiada, fue un hecho histórico que todavía hoy, ninguna mujer  ha logrado superar.

 

Emil Zatopek en los 5000 metros de Londres,         donde alcanzaría la medalla de plata,detrás del belga Gastón Reiff, tercero en la foto
Emil Zatopek en los 5000 metros de Londres,         donde alcanzaría la medalla de plata,detrás del belga Gastón Reiff, tercero en la foto

Otro gran suceso histórico, lo motivó  la aparición del checo Emil Zatopek, también conocido como la "locomotora humana" Contemplar  su evolución sobre una pista de atletismo, era digna de figurar en los mejores archivos fotográficos  del mundo.

 

Su peculiar estilo, nada parecido a lo que mandan los cánones del corredor  perfecto, era una de las notas más destacadas, que siempre el público deseaba presenciar, en todas sus actuaciones  por las pistas de Europa.

 

Su continua crispación del rostro, su cuerpo contorsionado constantemente,  con la apariencia del atleta agotado, de que en cualquier momento podía desplomarse al suelo, era según su  versión, una manera muy particular para superarse así mismo, y su lucha personal contra el agotamiento. Resaltar  que su victoria en los 10,000 metros en estos Juegos, con un tiempo de 29,59,6 significó un nuevo record mundial  y primer atleta en bajar de los 30 minutos.

 

Uno que  tuvo la suerte, de compartir hotel con este gran campeón checo en Oslo, con motivo de los Bislett  Games en 1957, supe por sus propias palabras, cuando le pregunté por esta anárquica  forma de correr, de que no sabía hacerlo de otra manera.

 

El argentino Delfo Cabrera, ganando el oro, en  el marathón olímpico de Londres
El argentino Delfo Cabrera, ganando el oro, en  el marathón olímpico de Londres

Otro  de los grandes mitos de estos Juegos, como no podía ser de otra manera, estuvo en la prueba de Marathón,  donde otra vez un atleta argentino, Delfo Cabrera, recuperó para su país, aquel gran triunfo  de su compatriota Juan Carlos Zabala, logrado en los Juegos de Los Ángeles de 1932,  venciendo en unos patéticos últimos metros, al inglés Thomas Richards y al belga  Étiene Gailly, con tan solo 17 segundos de ventaja sobre los mismos. El  tiempo de Delfo Cabrera fue de 2h. 34,51,8.

 

MISCELANEAS  RELEVANTES  DE LOS JUEGOS

 

Como queda explicado el nivel  marcas fue más bien bajo. No hay duda que  los rigores del paréntesis de 12 años sin deporte, pasó   factura en estos Juegos.

 

Muchos  atletas desaparecieron, otros quedaron mutilados por vida y los que tuvieron  la suerte de poder llegar hasta Londres, tenían muy mermadas por la edad, sus condiciones  físicas.

 

Ninguno de los campeones en atletismo de Berlín  estuvo presente, siendo los únicos deportistas que revalidaron su título el checoslovaco Jan  Brzak en 1.000 metros del kayac a dos y la esgrimista húngara Llona Elek,  vencedora en la especialidad de florete.

 

Otra nota a destacar,  sería decir que la atleta griega, única mujer de este país en Berlín-1936, repitió  actuación en estos de Londres, siendo igualmente otra vez, la única mujer  en la delegación  helénica. Su nombre Domnitsa Latinou.

 

La francesa Micheline Ostermeyer, doble ganadora del oro en el lanzamiento de peso y disco
La francesa Micheline Ostermeyer, doble ganadora del oro en el lanzamiento de peso y disco

Otra mujer que repitió el podium de honor en Londres, fue  la francesa Michelín Ostermeyer, ganadora en los lanzamientos de peso y disco y bronce en  altura. Esta atleta una gran amante de la música y excelente pianista, era sobrina del compositor Lucien  Parache,  que además de tener una gran amistad con el escritor Victor Hugo, era  hija de un conocido músico francés.

 

Micheline Ostermeyer, supo alternar perfectamente, el arte  con el deporte, que por otro lado dada su envergadura de1.81 de altura, le facilitaba en gran manera, adaptarse  a varias disciplinas atléticas.

 

El americano Bob Mathias, el más joven campeón en decathlon
El americano Bob Mathias, el más joven campeón en decathlon

Otra gratificante  aparición en el firmamento olímpico, lo constituyó la presencia en Londres,  del estadounidense  Bob Mathias, que con solo 17 años de edad, se convirtió en el más joven campeón olímpico  en la prueba del decathlón, casi recién llegado al deporte atlético.

 

Otra  mujer, la americana  Audrey Pattersón se convirtió en la primera atleta  de color en ganar una medalla olímpica, al conseguir el bronce en los 200 metros lisos. Pero solo unos días  más tarde Alice Coachman, otra compatriota suya también negra, alcanzó la misma gesta histórica  al ganar la medalla de oro en salto de altura. 

 

Una  nota más de las innovaciones de estos Juegos, fue la introducción por primera vez, de una prueba femenina de canoa, ganada por la danesa Karen Hoff.

 

El húngaro Karoly Takacs medalla de oro en tiro con pistola
El húngaro Karoly Takacs medalla de oro en tiro con pistola

Otra nota digna de destacar, es la actuación del tirador de pistola- rápida,  el húngaro Karoly Takács, antiguo campeón en 1938, que perdió posteriormente su mano derecha  debido a la explosión de una granada, durante unas maniobras militares. 

 

Después  de esta gran frustración al salir del hospital, donde estuvo recluido durante meses  recuperó su ánimo, empezando un exhaustivo y silencioso trabajo de recuperación, entrenándose a practicar  con la mano izquierda, lo que le permitió revalidar ante la sorpresa de todos, sus títulos nacionales.

 

Pero  su sueño de ser campeón olímpico, pareció esfumarse por  la suspensión de los Juegos de 1940 y 1944, tiempo que  aprovecho, para seguir con su practicas para alcanzar, doce años más tarde, su anhelado sueño de coronarse campeón  olímpico en estos Juegos de Londres de 1948.

 

A pesar de tantos inconvenientes, puede asegurarse que gracias al esfuerzo  de los organizadores londinenses, los Juegos no fueron suspendidos, a pesar de los peores augurios. Quizás  este podía ser el motivo, por el cual el Barón Pierre de Coubertín, fallecido en 1793, hubiese  estado orgulloso, de no ver interrumpida esta cita mundial que cada cuatro años, aglutina  en torno a la  llamada olímpica, a todos los deportistas del mundo.

 

ESPAÑA TAMBIEN ESTUVO PRESENTE EN ESTA CITA OLIMPICA

 

Nuestro país que tampoco estaba al margen de la crisis mundial, acudió con  un considerable grupo de unos 60 participantes, que intervinieron en diez deportes: atletismo, boxeo, remo,  vela pentatlón-moderno, jockey sobre hierba, natación, hípica, tiro y water-polo.

 

Los  resultados fueron los que normalmente se esperaban de ella, dado que el retraso  que tenía España con relación a otros países, venía derivado y añadido al conflicto mundial,  por el estallido de nuestro conflicto bélico, del que tantas veces nos hemos visto obligados a comentar,  cuando de analizar nuestras posibilidades con respeto a otros países se refiere.

 

El  mejor resultado, como viene sucediendo desde anteriores olimpiadas, vino por mediación  de nuestros jinetes, los cuales con el equipo formado por Jaime Garcia, José Navarro Marcelino Galán, alcanzaron una meritoria medalla de plata en la disciplina de saltos por  equipos.

 

Siguiendo su estela, nuestro equipo de atletismo,  compuesto por Pedro Apellániz  jabalina, Juan Bautista Adarraga 800 y  1500 metros, Félix Erausquín disco,  Constantino Miranda, 3000 obstáculo,  5000 y 10.000 metros, Gregorio Rojo, que dobló actuación en los 5000 y 10000 metros, Suarez  Molezún en 110 metros vallas y Enrique Vilaplana en los 50 kilómetros marcha.

 

Constantino Miranda, finalista en 3000 obstáculos y premio Fair-Play en Londres de 1948
Constantino Miranda, finalista en 3000 obstáculos y premio Fair-Play en Londres de 1948

Sus actuaciones dignas de destacar, estuvieron a cargo  de Constantino Miranda, que después de superar la primera semifinal en los 3000 obstáculos,  con 9:24,2, consiguió el pase a la final, donde obtuvo un magnífico octavo lugar con 9:25,0. Por cierto  que este gran atleta, fue distinguido con el premio FAIR PLAY, por su deportivo detalle de  ayudar a levantarse a un atleta que le precedía, al caer al suelo al pasar el foso de agua. 

 

Otra  actuación digna de señalar estuvo a cargo del manresano Enrique  Vilaplana, noveno en los 50.000 marcha, con una marca de 5h.03,31. Los demás atletas no pudieron  superar sus eliminatorias. Accedieron directamente a la final de los 10.000 metros, Constantino  Miranda con el undécimo puesto y la marca de 31:07,8 además de Gregorio Rojo, con  el vigésimo lugar.

 

Para finalizar este documento, me voy a permitir la licencia, de poder decir,  que estos Juegos de Londres, supusieron para mí, “vivir en directo” los  primeros Juegos que llegaron a mi conocimiento, y los que despertaron el interés,  mediante los medios  de comunicación  por todo aquello relacionado con el olímpismo. Esto sucedió,  un año después de mi debut atlético.

 

LA MEDALLA PARA LOS GANADORES OLÍMPICOS

 

 

Campeones olímpicos
100 metros   lisos Harrison   Dillar 10,3 EUA
200 metros   lisos Melvin Pattón 21,1 EUA
400 metros   lisos Arthur Wint 46,2 JAM
800 metros   lisos Melvin Whitfield 1:49,2 EUA
1.500   metros lisos Henry Erikson 3:49,8 SWE
5.000   metros lisos Gastón Reiff 14:17,6 BEL
10.000   metros lisos Emil Zátopek 29:59,6 TCH
3.000   obstáculos Tore Sjostrand 9.04,6 SWE
110 metros   vallas William Porter 13,9 EUA
400 metros   vallas Leroy Cochran 51,1 EUA
Marathón Delfo Cabrera 2h.34:,51,6 ARG
50 klm.   marcha John Ljunggren 4h.41:,52 SWE
Salto   de altura John Winter 1.98 EUA
Salto   de pértiga Guinn Smith 4.30 EUA
Salto   de longitud Willie Steele 7.82 EUA
Triple   salto Arne Ahman 15.40 SWE
Lanzamiento   de peso Wilbur Thompson 17.12 EUA
Lanzamiento   de disco Adolfo Consolini 52.78 ITA
Lanzamiento   de martillo Imre Nemeth 56.07 HUN
Lanzamiento   de Jabalina Tapio   Rautavaara 69.77 FIN
Decathlón Robert Mathias 7139 p.. EUA
Relevos   4 x 100 EUA 40,6 EUA
Relevos   4 x 400 Jamaica 3:10,4 JAM
Campeonas olímpicas
100 metros   lisos Fanny   Blankers-Köen 11,9 NED
200 metros   lisos Fanny Blankers-Köen 24,4 NED
80 metros   vallas Fanny Blankers-Köen 11,2 NED
Salto   de altura Alice Coachman 1.68 EUA
Salto   de longitud Olga Gyarmati 5.69 HUN
Lanzamiento de peso Micheline Ostermeyer 13.75 FRA
Lanzamiento   de disco Micheline Ostermeyer 41.92 FRA
Lanzamiento   de jabalina Herma Bauma 45.57 AUT
Relevos   4 x 100 Países Bajos 47,5 PBS

 

Fuentes de información: 

Archivos de la Asociación Española de Estadísticos de Atletismo ( AEEA )

Archivos de la Real Federación Española de Atletismo ( RFEA )

Documentación propia

Traducciones por Anna Martí

Libros de la Internacional Athletic Foundation

Búsqueda por Internet

 

Agosto de 2011