LOS JUEGOS OLIMPICOS DE MÉJICO DE 1968

CUANDO LA POLITICA INTERFIERE EN EL DEPORTE.

 

Cuando la Ciudad de Méjico, fue designada en Baden Baden, como organizadora de los XIX Juegos Olímpicos por el CIO, entonces presidido por el americano Avery Brundage, en competencia con las ciudades de Lyón, Detroit y Buenos Aires, estos fueron considerados por algunos colectivos, como el momento ideal, para airear al mundo sus problemas interiores, que nada tenían que ver con el deporte.

 

Aparte de los vaticinios negativos, por el tema de la altitud del país mejicano, que según se decía podían ocasionar una catástrofe para la salud de los deportistas se unieron otros de índole política, motivados por la discriminación racial, que en aquel momento tenían su punto álgido, en varios estados de Norteamérica.

 

Estos movimientos conocidos como la Revolución Estudiantil de 1968, que conmovió al mundo, tuvo su inicio en el marco de las Universidades de Estados Unidos, pero que muy pronto, cruzó el Atlántico para anidar en los países más poderosos del continente europeo, encontrando el eco perseguido, pero no por todos compartido.

 

 Martin Luther King -1968
 Martin Luther King -1968

La muerte por asesinato del reverendo pastor, Martín Luther King en Memphis el 4 de abril de 1968, desencadenó una ola de violencia en casi todos los estados de la unión norteamericana, que provocaron oleadas de protestas reclamando un trato de igualdad y de oportunidades para toda la población civil, sin discriminación de credos ni razas.

 

Si a todo esto añadimos la decisión del llamado Pacto de Varsovia, de invadir el país de Checoslovaquia, por las tropas de la URSS el día 20 de agosto de 1968, en la conocida “Primavera de Praga” llegaremos a la conclusión de afirmar, que este año olímpico, será recordado como uno de los más difíciles de organizar, por culpa de unos tristes sucesos, muy alejados del espirito olímpico que deberían presidir siempre estas grandes jornadas deportivas.

 

La perspectiva que tenía por delante el comité organizador, para organizar estos Juegos, se convirtió en un reto muy difícil, pero que afortunadamente supieron resolver, para que el éxito deportivo, fuera total.

 

Es evidente que esta exitosa ambición que todos deseaban, cada vez estaba más alejada de los objetivos previstos, por estos lamentables sucesos desarrollados más allá de su frontera, pero que en cierta forma, también salpicaron la conciencia de los ciudadanos mejicanos, que igualmente empezaron a reclamar, los mismos derechos de igualdad.

 

Unas tímidas manifestaciones que hasta este momento, se venían produciendo por todo el país, reclamando un cambio político como paso previo a una transición democrática, desembocaron en una masiva protesta, en la Plaza de las Culturas de la Ciudad de Méjico, que el ejercito mejicano, abortó mediante una sangrienta intervención, que ocasionó cientos de muertos, a tan solo dos semanas del inicio de los juegos.

 

UNA BRILLANTE CEREMONIA DE INAUGURACIÓN

 

El desfile inaugural de los Juegos
El desfile inaugural de los Juegos

El desfile inaugural se efectuó el día 12 de octubre, ya en pleno periodo otoñal, dado que en este hemisferio, durante el verano español, las lluvias son muy frecuentes y podían dañar la belleza global de los juegos. Esta era la primera vez que unos Juegos Olímpicos se organizaban en Latinoamérica.

 

La Ceremonia tuvo como escenario el Estadio Olímpico Universitario, ampliado para este gran evento, hasta una capacidad para 80.000 espectadores, estando presidida por el presidente Gustavo Díaz Ordaz, que contemplaron emocionados el desfile de los 5650 deportistas, entre ellos 751 mujeres, que representaron a los 113 países participantes.

 

Enriqueta Basilio, encendiendo el pebetero con la llama olímpica
Enriqueta Basilio, encendiendo el pebetero con la llama olímpica

El acto solemne de la jornada inaugural, como suele ser siempre, es la entrada de la llama olímpica en el estadio. Por primera vez en la historia, una mujer fue la portadora del fuego encendido en el valle de Olimpia, depositando en el último relevo, la llama, en el pebetero situado en lo alto del estadio. Su nombre, Enriqueta Basilio, fue una atleta practicante en los 80 metros vallas y proclamada en su época, como la atleta más completa de Méjico.

 

El otro momento cumbre de este tradicional acto, estuvo a cargo del atleta mejicano, especialista en marathón Pablo Garrido, cuando efectuó el solemne Juramento Olímpico, en nombre de todos los atletas participantes.

 

Con la finalidad puesta en el éxito, se edificó un Palacio de Deportes para albergar cómodamente a más de 25.000 espectadores, donde se disputaron casi todas las pruebas bajo techo, que diariamente el público abarrotó, dejando de lado los conflictos políticos.que acechan a la capital mejicana, para volcarse y disfrutar de estas competiciones olímpicas, en las que estaba involucrada toda la población mejicana.

 

      LOS ESCENAIOS PARA LA VELA Y DEPORTES BAJO TECHO

 

                             La bahía de Acapulco

El Palacio de Deportes   

                            La bahía de Acapulco El Palacio de Deportes

                                             

Las competiciones de regatas en mar abierto, los organizadores se decantaron por la bella bahía de Acapulco en pleno océano Pacífico donde en uno, de sus espectaculares acantilados se habilitó una tribuna, para que los espectadores pudieran ver en directo estas competiciones.

 

Para las pruebas de remo se construyó un amplio canal artificial de unos dos kilómetros de longitud, en un frondoso paraje, situado en el interior de un parque natural, donde se habilitaron unos graderíos para acoger a unas 20.000 personas.

 

UN DIFÍCIL RETO PARA EL COMITÉ OLÍMPICO

 

La concesión de estos a juegos a Méjico, como pude observarse, no fue una decisión fácil. Aparte de los temas políticos ya comentados, se añadieron de inmediato, unas aceradas criticas por parte de muchos países, especialmente de Europa, sin duda los más agresivos, reclamando una nueva sede para evitar una catástrofe imprevisible, para la salud de los deportistas, dada la altura en que estaba ubicada la nación mejicana.

                                                                                                                                          

Jim Hines, vencedor de 100 lisos con 9,95 s. nueva plusmarca olímpica
Jim Hines, vencedor de 100 lisos con 9,95 s. nueva plusmarca olímpica

En principio los argumentos esgrimidos, tenían un cierto sentido deportivo, si lo atribuimos a la consecución de las marcas. La altitud del país mejicano, cercano a los 2300 metros, sobre el nivel medio del mar, evidentemente puede afectar a los participantes en aquellas pruebas de prolongado esfuerzo, como suelen ser las de fondo y marathón, como así sucedió, pero no a la salud de sus participantes.

 

De todos es conocido, que el porcentaje de oxigeno en esta altitud, oscila sobre un 30% menos que al nivel del mar, en prejudicio de las disciplinas ya descritas. Pero por otra vertiente, las pruebas de velocidad, saltos y lanzamientos, tienen un plus adicional de ventaja, sobre lo que pueden realizar a nivel de mar.

 

Wyomia Thys, ganadora de los 100 metros con 11,0 seg., nueva plusmarca mundial
Wyomia Thys, ganadora de los 100 metros con 11,0 seg., nueva plusmarca mundial

Vale la pena mirar los resultados atléticos, insertados al final de este documento, donde se podrán observar, que salvo cuatro pruebas, en todas las demás se superaron los registros alcanzados en la última olimpiada de Tokio, registrándose más de 200 records olímpicos, además de otras 27 plusmarcas mundiales.

 

Pero también es necesario decir, que por primera vez en unos juegos, se utilizaron las modernas pistas sintéticas de tartán, que indudablemente tuvieron una influencia decisiva, para que se alcanzaran esta gran cantidad de plusmarcas, como nunca antes se habían producido en anteriores olimpiadas.

 

UNA IMAGEN QUE DIO LA VUELTA AL MUNDO

 

Cuando parecía, que todos los conflictos políticos, que previamente habían cuestionado el éxito de estos juegos, ya estaban resueltos, sorpresivamente volvieron a resurgir, mediante una imagen, que dio la vuelta al mundo, que todavía hoy continua viva, en la retina de todos los aficionados.

 

Esta histórica escena, apareció cuando subieron al podium, los vencedores de la prueba de los 200 metros lisos, los americanos Tommie Smith, John Carlos y el australiano Peter Norman, dispuestos a recoger sus medallas.

 

En este preciso momento todo el público que llenaba el estadio, contempló atónico y sorprendido, como los dos americanos, accedían al mismo, con los pies descalzos, cubiertos con unos calcetines negros, y las manos cubiertas con guantes del mismo color.

 

El podium del Black Power
El podium del Black Power

Justamente, cuando sonó el himno nacional de Estados Unidos, ambos inclinaron la cabeza, a la vez que levantaban el puño negro en alto. Esta acción fue interpretada como el Black Power un grito para la libertad, ante la política segregacionista que sufrían todos los ciudadanos afro americanos, residentes en la nación norteamericana.

 

Esta decisión les costó muy cara. Inmediatamente fueron expulsados del equipo y desalojados de la villa olímpica, siendo recibidos a su llegada Estados Unidos, como si de unos delincuentes se tratara, siendo repudiados e insultados, no solo por los de medios comunicación, sino que se encontraron con el añadido, de no poder acceder a un puesto de trabajo estable, para afrontar un medio de vida normal, igual que los demás ciudadanos norteamericanos de raza blanca.

 

El Black Power (Poder Negro), era una organización creada en Estados Unidos, que aconsejaba a los atletas de color no participar en los Juegos, como protesta a la diferencia de trato recibido respecto a los blancos, a la cual se adhirieron todos los atletas de color americanos, después de la represalias que recibieron, Tommie Smith y John Carlos.

 

Este mal vivir causó estragos en sus senos familiares, provocando el suicidio de la esposa de John Carlos, totalmente desesperada de tanta desconsideración. De Tommie Smith se sabe, que tuvo que subastar su medallas de oro olímpicas, para poder subsistir, muriendo unos años más tarde, sumido en la más profunda miseria. Por otro lado el australiano Peter Norman, medalla de plata en la misma, prueba, también sufrió ciertas represalias y criticas de sus compatriotas, por su apoyo a la actitud de los dos americanos.

 

Pero como el tiempo, siempre suele pone las cosas en su justo lugar, a veces con la justicia también sucede lo mismo. Tuvieron que pasar cuarenta años, para reconocer que estos atletas, que antepusieron la lucha por la libertad de su pueblo, a sus intereses personales, fueran galardonados y reconocidos como héroes, por casi todas las instituciones estadounidenses, considerando que fueron los avanzados para reclamar unos derechos legítimos y humanos, que en justicia les correspondían.

 

LA PARTE DEPORTIVA Y AGRADABLE DE LOS JUEGOS

 

Lee Evans, ganando los 400 lisos, con la marca de 43,86 nuevo récord mundial
Lee Evans, ganando los 400 lisos, con la marca de 43,86 nuevo récord mundial

Otra hazaña de un atleta de color americano, correspondió a Lee Evans en los 400 metros lisos, al conseguir una estratosférica marca de 43,86 seg. que permaneció inalterable como récord mundial, durante 24 años. En esta prueba los tres primeros clasificados eran atletas de color, que igualmente repitieron la escena, de levantar el puño derecho enguantado, pero además cubriéndose la cabeza con unas boinas negras.

 

Fueron muchos los hechos y anécdotas sucedidas en la Ciudad de Méjico, donde emergió la figura descollante del saltador de longitud americano Bob Beamon, con un fabuloso e increíble salto de 8.90m. que supuso un nuevo tope universal, que permaneció imbatible durante más de 22 años.

 

Sin duda, fue entre los muchos records batidos en estos juegos, el más impactante de todos. Este atleta de color se sumó a la protesta, solidarizando con el Black Power, al subir al podium descalzo, pero con calcetines negros, que el público pudo comprobar al subirse los pantalones del chándal, a la vez que alzaba el puño derecho con los guantes negros.

 

Por primera vez, se oficializó otra plusmarca histórica, en la prueba de los 100 metros lisos, cuando el atleta de color de USA Jim Hines, ganó el oro por debajo de los 10,0 seg., al marcar un crono de 9,95., estableciendo una nueva marca olímpica e igualando la plusmarca mundial. Hay que mencionar que todos los finalistas eran atletas de color.

 

Pero el listado de plusmarcas mundiales, continuó sin pausas. Esta vez un atleta blanco el británico David Hemery, asombraba al mundo con una increíble marca de 48,12,  en la prueba de 400 m. vallas. Por otro lado el soviético Victor Saneyev en triple salto, establecía otra magistral marca de 17.39m. como nuevo récord mundial. En esta vorágine de marcas, no se puede olvidar las conseguidas por los cuartetos de USA en los relevos de 4 X 100. y 4 x 400 metros., ambas igualmente, como topes mundiales.

 

El joven americano Dick Fosbury, saltando en Méjico, hasta los 2.24 nuevo récord mundial
El joven americano Dick Fosbury, saltando en Méjico, hasta los 2.24 nuevo récord mundial

Continuando con los hechos históricos, otra la constituyó la presencia del americano Dick Fosbury, el inventor del “Fosbury-Flop” un nuevo estilo para el salto de altura, que acabó con las muchas técnicas habidas hasta entonces en esta disciplina.

 

Esta nueva técnica de salto, permanece hasta nuestros días de hoy, como la habitual para todos los especialistas del mundo. Por supuesto que este innovador estilo, fue tan inesperado como espectacular, dado que el propio Dick Fosbury, demostró sus ventajas, al rebajar el tope mundial con un salto de 2.24 metros. Este atleta nacido en el estado de Oregón, tenia en este instante 21 años de edad, y sin ninguna marca anterior de cierta calidad, que hiciera esperar, esta mayúscula sorpresa histórica.

 

Como ya queda señalado anteriormente, estos juegos se desarrollaron por primera vez sobre pista sintética de tartán, lo cual supuso, junto con la altitud del país mejicano, una ayuda adicional como nunca tuvo una competición atlética. No es gratuito afirmar, que a partir de estos juegos, nació un nuevo modelo de atletismo, ya un poco alejado del llamado atletismo clásico, como se conocía a este, antes de esta cita de Méjico.

 

Hay que señalar que por primera, vez las mujeres fueron admitidas en la prueba de tiro al plato, en la cual se presentaron tres participantes, la polaca Eulalia Rolinsks, la peruana Gladis de Seminario y la mejicana Nuria Ortiz, las cuales tuvieron una aceptable actuación ,destacando la clasificación de esta última, con un meritorio 13 lugar.

 

Por primera vez como estaba previsto, las dos Alemanías desfilaron por separado con sus respectivas banderas y nuevas denominaciones, escogiendo la del sector oriental como himno oficial, la sinfonía de Beethoven el “Himno de la Alegría”. Esta nueva Alemania, regresó a su país con una sola medalla de oro, gracias a Christoph Hohne, ganador de la prueba de los 50 klm marcha., con el tiempo de 4h.h20,13.

 

La checa Vera Cáslavská
La checa Vera Cáslavská

La gran gimnasta checa, Vera Caslavska, que estuvo escondida durante tres semanas, a raíz de la invasión a su país, por las tropas de la URS, en la llamada “Primavera de Praga”, salió de su escondite en la vigilia de los Juegos, para conquistar cuatro medallas de oro y dos de plata. Esta circunstancia que llegó a conocimiento de todos los aficionados, la convirtió en la deportista más popular de todas las participantes. Una vez concluidos los juegos, se casó con su compatriota, el destacado atleta Josef Odlozil, en la catedral de la Ciudad de Méjico.

 

Una gesta no puede quedar sin mencionarse corresponde nuevamente al discóbolo americano Al Oerter, que por cuarta vez consecutiva alcanza el oro olímpico, cuyo favorito era su compatriota Jay Silvestre, en aquel momento poseedor del récord mundial. Pero Al Oerter, sacando a relucir su fama de luchador, consigue en su tercer intento un nuevo récord olímpico con la marca de 64.78 metros.

 

De este grandioso atleta, hay que significar que en el año 1980, ya con más de 43 años, cumplidos, hubiera podido participar en una quinta olimpiada, dado que en las pruebas selectivas para los juegos de Moscú, lanzó el disco hasta los 69.46 metros, la mejor marca de su vida. Pero el boicot de Estados Unidos a estos juegos, le impidió, acudir a esta cita. Sin duda se trata del mejor discóbolo de la historia, con unas gestas épicas, muy difícil de superar, que serán inalcanzables durante muchas décadas.

 

El americano Al Oerter
El americano Al Oerter

Un momento álgido para el público mejicano, se debió a la actuación del marchador José Pedraza, el cual en la prueba de los 20 Klm. hizo su entrada en el estadio en tercera posición, consiguiendo con la ayuda del publicó puesto en pié, alcanzar la medalla de plata, pocos metros antes de llegar a la llegada. Hay que reconocer que los jueces fueron muy benevolentes con el estilo del mejicano, que a juicio de algunos, más que marchar, casi corría en estos metros finales. Su ventaja sobre su inmediato seguidor fue solo de un segundo.

 

Otro delirio de júbilo para Méjico, llegó con la inesperada victoria de su nadador Félix Muñoz, imponiéndose en los 200 metros braza, a los grandes especialistas americanos y rusos, que a priori eran los favoritos para ganar esta medalla de oro, Esta gesta provocó unas escenas de exaltación patriótica, nunca vista en un acontecimiento deportivo. Todo el público asistentes que no cesaba de vitorearle, lo paseó en hombros por todo el recinto acuático, después de recibir un telegrama del presidente del gobierno, felicitándole por su increíble triunfo. Méjico ya tenía en estos Juegos a su gran héroe.

 

En lo que concierne al atletismo femenino, Wyomia Tyus repitió su triunfo de Tokio, rebajando a la vez la plusmarca mundial con un tiempote 11,0 justos. Aparte de este record mundial, también las mujeres cosecharon diferentes marcas olímpicas, superando igualmente, casi todos los registros alcanzados en el país nipón.

 

LA INCOGNITA DE LA PRUEBA DE MARATHÓN EN ALTITUD

 

Su inició se realizó en la Plaza de la Constitución a las tres de la tarde, teniendo que rodear toda la ciudad hasta llegar al estadio, donde ya había empezado la última jornada de los Juegos. El etiope Mamo Wolde, al cual la fortuna no le acompañó en las dos últimas olimpiadas, era claro favorito haciendo buenos los pronósticos, ganando el oro.

                                                                                                                                                              El etiope Mamo Wolde, el primero en llegar a la meta El tanzano John Akhwaci, el el último en llegar a la meta

  El etiope Mamo Wolde, el primero en

        llegar a la meta

  El tanzano John Akhwaci, el el último

    en llegar a la meta

 

Pero Mamo Wolde, sargento de la guardia imperial del Negus, con 35 años cumplidos, que había conseguido la plata en los 10.000 metros lisos, llegó al estadio con las fuerzas justas, para poder llegar a meta, con un tiempo de 2h.20,26 a pesar de los tres minutos de ventaja, que tenía sobre su inmediato seguidor, el japonés, Kenji Kimihara, que también al límite de sus fuerzas, lograba la medalla de plata con un tiempo de 2h.23,31, siendo la de bronce de forma sorprendente, para el neocelandés Mike Ryan con 2h.23,46

 

Pero la inesperada anécdota la protagonizó, contra su voluntad, el atleta de Tanzania, John Akhwaci que totalmente destrozado por el esfuerzo, tras una caída en el kilómetro 19, dislocándose un hombro, entró al estadio pasada más de una hora, cuando ya las medallas fueron otorgados a los vencedores y los espectadores empezaban a desalojar el estadio.

 

Cuando la megafonía anunció, que faltaba un atleta por llegar, todo el estadio quedó atónico y expectante, esperándole verle entrar, lo cual hizo medio de una estruendosa ovación. Decir que su aspecto era totalmente lamentable, con una pierna vendada con trozos de ropa, dando bandazos de un lado al otro y con serias dificultades por mantenerse en pié, era conocer la agonía, que a veces acecha a los participantes de esta histórica prueba.

 

Sus últimos metros finales fueron realmente dramáticos, pero animado por todo el estadio, pudo llegar por sus propios medios a la meta. Inmediatamente cayó desmayado en brazos de las asistencias, para ingresarlo en el hospital para su recuperación. Su tiempo fue de 3h.25,17,0. Todo el estadio pudo comprobar un acto de valor y superación, que siempre se recordaran.

 

A preguntas de la prensa, contestó que a él, no lo enviaron, desde 5000 millas, solo para tomar la salida, sino para llegar al final de la prueba.

 

Sin duda la altura de la Ciudad de Méjico, pasó su factura, dado que de los 83 atletas participantes que tomaron la salida, 26 de ellos tuvieron que abandonar la prueba extenuados por el esfuerzo, entre los cuales se encontraba nuestro compatriota, el gallego Carlos Pérez, conocido por su perseverancia ante el desfallecimiento, que en esta ocasión no pudo evitar.

 

El tunecino Mohamed Gammoudi, ganando el oro en 5.000 metros, único campeón olímpico de Túnez
El tunecino Mohamed Gammoudi, ganando el oro en 5.000 metros, único campeón olímpico de Túnez

Un hecho a resaltar, dada la presencia de los atletas africanos de las altas planicies, fue la actuación del tunecino Mohamed Gammoudi, que venció en la prueba de los 5.000 metros, con la discreta marca de 14,05,01, Antes había logrado la medalla de bronce, en los 10.000 metros, con un tiempo de 29,34,20, prueba que ganó Naftali Temo, de Kenia con una marca de 29:27,40, muy alejado de su mejor registro personal.

 

En la prueba de pértiga, hay que señalar que esta empezó sobre las 9 horas, con una temperatura sofocante, para finalizar a las 22 horas del mismo día, siendo la sucesión de records entre los participantes, otra cota histórica.

 

Once de ellos se fueron alternando, o pasándose el récord de uno al otro continuamente, hasta, hasta que finalmente, el americano Bob Seagren ganador de la prueba, lo fijo en una altura de 5.40 metros, que representaba un nuevo récord olímpico.

 

El saltador español, Ignacio Sola
El saltador español, Ignacio Sola

Entre este grupo de plusmarquistas efímeros, se encontraba nuestro compatriota Ignacio Sola, el cual en uno de sus intentos, logró la altura de 5.20m. que superaba el anterior récord de 5.10m del americano Fred Hansen, ganador en los anteriores Juegos de Tokio de 1964. Aunque solo fuera por unos breves instantes, nadie le podrá quitar el honor, de haber sido hasta hoy, el único atleta español en lograr un récord olímpico.

 

En esta recopilación de sucesos deportivos, dejo para el final el más triste y oscuro de todos. Siguiendo con las nuevas formativas, por primera vez se realizaron los controles antidoping, siendo el primer deportista cazado, el especialista sueco en la competición del pentathlón, Hanns-Gunnar Liljenval, con un elevado porcentaje de alcohol.

 

LA PRESENCIA ESPAÑOLA CONTINUÓ SIENDO DISCRETA

 

La presencia de España estuvo en la pruebas de atletismo, baloncesto, waterpolo, natación, hochey sobre hierba, ciclismo, fútbol y tiro al plato, además de los deportes de demostración, de pelota vasca y tenis.

 

En los deportes oficiales la mejor actuación correspondió al atletismo, con la gran actuación de Ignacio Sola ya reseñada, consiguiendo la novena posición, con el añadido de su fugaz paso por la tabla de records olímpicos.

 

Otros atletas que alcanzaron finales, fueron Javier Alvarez Salgado, el onceavo clasificado en los 3000 metros obstáculos, Luis Maria Garriga, igualmente en el mismo onceavo lugar en altura y Luis Felipe Areta, el doceavo en triple salto Los otros atletas seleccionados fueron Mariano Haro, en 3000 obstáculos, en la cual fue descalificado, José Luis Sánchez Paraíso, en 100 metros, Ramón Magariños, en 400 metros lisos, José Luis Martínez, en martillo, todos ellos sin poder pasar las series previas y Carlos Pérez, retirado en marathón.

 

En tiro al plato, nuestros representantes consiguieron una meritoria clasificació, por parte de Miguel Mariñas, con 12º lugar, mientras el otro representante Martinez de Ubago, lo hacía en un discreto lugar, como era el 36º clasificado.

 

En baloncesto España se clasificó cuarta, en la primera serie, sin tener opción a la fase siguiente. En fútbol nuestro equipo llegó hasta los cuartos de final, siendo eliminada en los mismos por Méjico por el tanteo de 2 a 0.

 

Por otro lado en waterpolo España quedó clasificada en la novena posición al ganar en el último partido a Alemania por el tanteo de 7 a 5 goles.

 

Mari Paz Corominas
Mari Paz Corominas

En natación, nuestra joven y bella nadadora Mari Paz Corominas, demostró a sus 16 años cumplidos, su gran carácter ganador, clasificándose para la final de los 200 metros espaldas, donde alcanzó un meritorio séptimo lugar. Esto fue un hecho histórico para nuestra natación.

 

Por primera vez una mujer española, alcanza un lugar entre las ocho mejores del mundo, la cual cosa hasta el día de hoy, ninguna otra nadadora a conseguido alcanzar.

 

Otro nadador que estuvo muy cerca de las medallas, fue nuestro gran campeón Santiago Esteva, el cual pese al gran nivel que exista se su especialidad, casi logra lo que desde un principio parecía un imposible, alcanzar la final olímpica.

 

En ciclismo los españoles, Gómez Lucas, Lasa, Linares y Jiménez, decepcionaron con su duodécima posición, que no se correspondía, con las credenciales quetenían antes de los Juegos.

 

DEPORTES DE DEMOSTRACIÓN

 

En los deportes de exhibición de pelota vasca y tenis, nuestros representantes brillaron a gran altura. En el primero de ellos, se participó en la especialidad de pelota a mano por parejas, cesta punta, y frontenis, con la participación otros cuatro países, Méjico, Francia, Argentina y Uruguay, logrando nuestros los jugadores, dos medallas de oro, una de plata y otra de bronce. Los componentes fueron Esquizabel, Basabé, Sacristán, Iruzubieta, Beascorchea, Arrien y los hermanos Miralpeix.

 

En cuanto al tenis, nuestro gran campeón Manolo Santana, se impuso en la final por en cinco sets a Manolo Orantes, en un emocionante partido, ganando el oro y un cheque de 882 pesetas, el cual guarda enmarcado en su casa como simple anécdota. Esta irrisoria cantidad, fue compensada a nivel personal, por Juan Antonio Samaranch, el cual le regaló un atractivo reloj de oro.

 

LA MEDALLA PARA LOS GANADORES

 

  

Campeones olímpicos
100 metros lisos Jim Hines 9, 95   r.o. USA
       200 metros lisos Tommie Smith 19,83   r.m.  USA
400 metros lisos Lee Evans 43,86   r.m. USA
800 metros lisos Ralp Doubell 1:44, 40 AUS
1500 metros lisos Kipchoge Keino 3:34, 91 KEN
5000 metros lisos Mohamend Gammoudi 14:05, 01 TUN
10000 metros lisos Naftali Temu 29:27, 40 KEN
Marathón        Mamo Wolde 2h.20:26 ETH
3000 obstáculos Amos Biwott 8:51,02 KEN
110 metros vallas Willie Davenport 13, 33   r.o  USA
400 metros vallas David Hemery 48,12   r.m. GBR
Relevos 4 x 100 Equipo de EUA 38,24   r.m. USA
Relevos 4 x 400 Equipo de EUA 2:56, 16 r.m. USA
20 klm. marcha Vladimir Golubnichy 1h.33:58 URS
50 klm. marcha Christoph Hohne 4h.20:13 GDR
Salto de altura Dick Fosbury 2.24 r.m. USA
Salto de pértiga Robert Seagran 5.40 r.o. USA
Salto de longitud Bob Beamon 8.90 r.m. USA
Triple salto Victor Saneyev 17.39 r.m. URS
Lanzamiento de peso Randy Matson 20.54 USA
Lanzamiento de disco Al Oerter 64.78 r.o. USA
Lanzamiento martillo Gyula Zsivotzky 73.36 r.o. HUN
Lanzamiento jabalina Manis Lusis 90.10 r.o. URS
Decathlón William Toomey 8193 r.o. USA

                                                                    EL GRAN VUELO DE BOB BEAMON, EN SU RÉCOD MUNDIAL

 

 El magistral salto de Bob Beamon, superando el record mundial con 8.90 metros, que permaneció imbatible durante 23 años

El magistral salto de Bob Beamon, superando el record mundial

  con 8.90 metros, que permaneció imbatible durante 23 años

 

Campeonas olímpicas
100 metros lisos Wyomia Tyus 11,0 USA
200 metros lisos Irena Szewinska 22,5 POL
400 metros lisos Colette Beson 52,0 FRA
800 metros lisos Madeline Manning 2:00, 9 USA
80 metros vallas Mauren Caird 10,3 AUS
Relevos 4 x 100 Equipo de EUA 42,8 USA
Salto de altura Margitta Rezkova 1.82 ROU
Salto de longitud Viorica Viscopoleanu 6.82 ROU
Lanzamiento de peso Margitta Gummel 19.61 GER
Lanzamiento de disco Lia Manoliu 58.28 ROU
Lanzamiento jabalina Angela Németh 60.36 HUN
Heptathlón Ingrid Becker 5098 p. GER

 

         Fuentes de información:

Libros de la Asociación Española de Estadísticos de Atletismo  AEEA

Búsqueda por InternetDocumentación própia

                                                                            Libro de Juan-Gabriel Tartas

                                                                        Libro de la “IAAF World Records

                                                         Libro de la Internacional Athletic Foundation    IAAF

 Traducciones por Anna Martí

  Archivos de la Real Federación Española de Atletismo    RFEA

 

Marzo de 2012