LOS JUEGOS OLIMPICOS DE MUNICH DE 1972 

           UNA BRILLANTE CEREMONIA DE APERTURA

 

La inauguración de los XX Juegos de Munich, tuvo lugar el día 26 de agosto de 1972 en el Estadio del Parque Olímpico, construido en 1968 por el arquitecto alemán Günter Behnisch, con la novedad de sus tribunas cubiertas con cristal, cuyo diseño fue obra de Frei Otto, igualmente arquitecto de su gabinete.

 

Este tipo de techo transparente, fue un referente que con el paso del tiempo, imitarían otros diseñadotes, para embellecer otros grandes estadios mundiales.

 

El acto de inauguración fue presidido por el Presidente de Alemania, Gustav Heinenam ante la presencia de más de 80.000 espectadores, que llenando todo el estadio presenciaron entusiasmados el desfile de los 7134 deportistas, entre los cuales se encontraban 1059 mujeres, que representando a 121 países, establecieron un récord de participación, como nunca se dio en otros eventos olímpicos.

 

El honor de llegar al estadio como último relevista de la antorcha olímpica y depositar la llama en el pebetero, correspondió al ex atleta alemán Günter Zahn. En cuanto el encargado de realizar el “Juramento Olímpico” por primera vez lo efectuó una mujer, Heidi Schüller, la cual participando en la prueba de salto de longitud, alcanzaría con su quinto lugar, el Diploma Olímpico.

 

Estos Juegos, como sucedió en otros anteriores, trajo consigo la edificación de nuevas instalaciones deportivas, como así mismo, la construcción de varias zonas urbanas, con un gran desembolso económico, como nunca se produjo en otras olimpiadas anteriores.

 

Se construyeron además del mencionado estadio, un nuevo palacio de deportes, un velódromo, varias piscinas, pistas polideportivas y una Villa Olímpica capaz para albergar hasta 12.000 personas. Para una mejor comodidad y rapidez de desplazamiento por todo el entorno olímpico, se construyeron nuevos tramos de carretera cerca de 50 klm.de longitud, complementados con unos 30 puentes a diferentes niveles, distribuidos por todo el ámbito del Parque Olímpico de Munich.

 

Las pruebas de piragüismo canotaje y remo, se celebraron en el Eiscanal de Augsbrurg y sus alrededores, en unos parajes naturales de gran belleza, mientras las regatas a vela se disputaron en la ciudad de Kiel.

 

Por primera vez en unos Juegos, se creó la mascota de los mismos, escogiendo para esta ocasión, la figura de un perro pastor alemán, al que se le puso el nombre Waldi, el cual posteriormente se convirtió en casi una enseña nacional, por los diversos formatos y aplicaciones que se realizaron del mismo, que acapararon la admiración de todos los asistentes a este gran evento.

 

CUANDO EL TERRORISMO INVADE EL ENTORNO DEPORTIVO

Después de diez días de competición, marcados por la brillantez de las pruebas, apareció la cara más triste y oscura que jamás se dio en unos Juegos Olímpicos. Una vez más, estos fueron utilizados como el escenario ideal para airear al mundo los problemas políticos que acechaban a una parte de nuestro planeta, donde los gobernantes de algunos países, no sabían resolver de forma pacífica, los problemas que tenían dentro de sus propios territorios.

                                                                               

Residencia israelí en la Villa Olímpica
Residencia israelí en la Villa Olímpica

Esto sucedió en la madrugada del día 5 de septiembre, cuando una facción formada por un grupo de fedayines, procedentes de los campos de refugiados de Siria, Jordania y principalmente del Líbano, conocida como “Septiembre Negro” y guiados siempre por los cerebros de esta organización, vinculada según se decía al Movimiento Nacional de Liberación de Palestina Al Fatah, llegaron a la capital bávara, para ejecutar una criminal y sangrienta acción que conmocionó al mundo. El fundamento de esta incursión, no era otro que el conocido conflicto árabe-israelí.

 

Los lamentables hechos sucedidos en la anterior olimpiada de Méjico en 1968, fueron superados por estos de Munich, donde a priori nadie podía imaginar que la plaga del terrorismo, que ya estaba invadiendo a muchos países del mundo, impactara directamente en la integridad física de los grandes protagonista de los Juegos, que no son otros que los propios deportistas.

 

Este grupo camuflado como si de participantes en los juegos se tratara, vestidos con chándales deportivos y bolsas de deporte, pertrechados con granadas y armas automáticas, llegaron a las estribaciones de la Villa Olímpica, a donde acaban de llegar varios deportistas de Israel, después de una movida y alegre noche por el centro de Múnich.

 

Se dio el hecho anecdótico, que cuando intentaban escalar la verja exterior para acceder a las dependencias que ocupaba la delegación israelí, fueron sorprendidos por algunos integrantes del equipo norteamericano, los cuales creyendo que igual que ellos, se trataba de un grupo de deportistas que después de una noche de diversión en la ciudad, intentaban acceder a sus apartamentos esquivando la vigilancia de los guardianes del recinto. Estos hechos sucedieron sobre las cuatro horas y treinta minutos del mencionado día 5 de septiembre de 1972.

 

Una vez dentro de las habitaciones donde dormían los deportistas de Israel, cuando estos descubrieron su presencia e intentaron defenderse, dos de ellos fueron asesinados, a la vez que raptaron a otros once de los veinte integrantes del equipo para ser utilizados como rehenes, llegado el momento de negociar sus reivindicaciones políticas.

 

Cuando cundió la alarma y el desconcierto era total, al hacer acto de presencia la policía en la Villa Olímpica, es cuando se conocieron las condiciones de este comando, que no eran otras que la inmediata libración de 249 presos palestinos y una salida plácida en avión desde Munich, con dirección a Egipto, condiciones que de inmediato Israel rechazó.

 

UNA EQUIVOCADA Y POLÉMICA OPERACIÓN DE RESCATE

 

Un terrorista del atentado, en uno de balcones de la residencia, en estado de alerta.
Un terrorista del atentado, en uno de balcones de la residencia, en estado de alerta.

Ante la gravedad de la situación, el Gobierno de Israel, solicitó al Canciller de la República Federal de Alemania Willy Brant, como así mismo al Ministerio del Interior, la autorización para enviar las fuerzas especiales de su país, lo cual rechazaron tajantemente, alegando que solo. la intervención de la policía local, estaba autorizada para organizar un urgente plan de rescate, que que no logró el objetivo previsto.

 

Esta inesperada negativa, que provocó un inútil derrame de sangre, se hubiera podido evitar, si se hubiese actuado con una diferente forma de dialogo con los integrantes del comando.

 

En principio se aceptaron las condiciones de los terroristas, los cuales fueron trasladados en tres helicópteros a una base de aviación, que según los secuestradores debería ser el aeropuerto de Riem el más próximo a Munich, donde les estaría esperando un avión tipo Boeing, para trasladarlos al destino deseado. Pero la realidad fue muy diferente, cuando la aeronave fue desviada hacia otro aeropuerto más alejado, donde se desarrollarían los sangrientos sucesos.

 

Una vez en tierra, dos miembros del comando terrorista bajaron para inspeccionar al avión estacionado, que al verlo vacío aunque con los pilotos dentro, se dieron cuenta que se trataba de un engaño, dado que difícilmente el avión podría despegar, al verse rodeado por un grupo de franco tiradores y fuerzas de asalto.

 

La policía alemana preparando el rescate alrededor del apartamento israelí.
La policía alemana preparando el rescate alrededor del apartamento israelí.

Mientras los rehenes seguían atados dentro de los helicópteros, uno de los terroristas saltó a tierra, a la vez que hacía explosionar una granada dentro de uno de los aparatos, en el cual había cuatro rehenes y el piloto. Este fue el instante donde empezó el que seria el asalto definitivo de la policía, lo cual provocó la muerte de cinco de los ocho fedayines y detenidos los otros tres restantes.

 

En el curso de esta masacre murieron en total, diecisiete rehenes, un piloto y uno de los policías alemanes.

 

Se tiene que hacer mención, cuando tardíamente, se dieron las ordenes para entrar las tanquetas militares en acción, estas llegaron 45 minutos tarde, por culpa del intenso tráfico de vehículos que en aquellos momentos, había en las carreteras.

 

En aquel momento, las agujas del reloj marcaban las 23 horas y 45 minutos de este maldito día. Esta muy claro que esta operación de rescate, constituyó un total fracaso.

LA RESPUESTA DEL GOBIERNO ISRAELÍ

La bandera olímpica ondea a media asta
La bandera olímpica ondea a media asta

La ira del Gobierno de Israel, presidido en aquel momento por Golda Meier, fue de los que marcan época. De inmediato se ordenó un intenso bombardeo aéreo, sobre todos los campos de refugiados de Siría, Líbano y Jordania, como así mismo de otros lugares, donde supuestamente podían estar los autores de esta macabra acción, que fueron totalmente arrasados.

 

La otra inmediata decisión, fue la puesta en acción de la “Operación Cólera de Dios” por parte del servicio secreto del “Mossad”, con la misión de asesinar donde y como fuera, a cada uno de los cabecillas de esta masacre en cualquiera de los diferentes países que podían esconderse, tanto de Europa como fuera de ella.

 

Todos ellos, de forma paulatina fueron abatidos por el “Mossad”, el cual puso en movimiento a toda su red de espionaje que tiene esparcida por el mundo, hasta que el día 22 de enero de 1979, con el asesinato del último y presunto impulsor de esta criminal acción, mediante la explosión de un coche bomba, se dio por finalizada esta misión de venganza, que tuvo una duración cercana a los ocho años.

 

EL POSICIONAMIENTO DEL COMITÉ OLIMPICO

Las secuelas que dejó este inesperado atentado terrorista, lo podemos encontrar en la decisión que adoptaron diferentes países al proponer suspender los Juegos, a la vez que muchos deportistas decidieron emprender por su cuenta, el viaje de regreso a sus país, ante la incertidumbre de vivir nuevas represalias.

 

Por su parte el CIO, procurando ganar tiempo al tiempo, decidió suspender todas las actividades durante veinticuatro horas, para que una vez concluido este tiempo y estudiadas todas las posibilidades, para evitar otro quebranto olímpico, optó por la reanudación de las competiciones previstas.

 

Una decisión que estuvo a punto de prolongar esta crisis, la constituyó el propio Presidente de CIO el americano Avery Brundage, cuando en la ceremonia religiosa celebrada al día siguiente de los luctuosos sucesos, no hizo ninguna mención que justificara la acción de los terroristas, limitándose a decir que la fuerza y el empuje del olimpismo salieron reforzados tras este atentado.

 

Como muestra de condolencia, se izó la bandera olímpica a media hasta, como así mismo la de los países participantes, lo cual enervó aún más a los de procedencia árabe, que exigieron que su bandera ondeara en lo más alto del mástil.

 

Esta decisión que impacto gravemente a la delegación israelí, provocó el regreso inmediato a su país, de todos los componentes de su delegación. De la misma forma que lo hicieron los países árabes, por temor a posibles represalias. El equipo de Filipinas por orden de su presidente Ferdinand Marcos, emprendió igualmente el retorno a su país, una vez visto el desenlace final que tuvo esta bárbara agresión. Otros deportistas de diferentes delegaciones, como queda dicho, decidieron por su cuenta, regresar sus respectivos lugares de origen.

 

                                                            Placa de homenaje a los mártires de Munich, en la Villa Olímpica
                                                             Placa de homenaje a los mártires de Munich, en la Villa Olímpica

 

LOS GRANDES MOMENTOS DEPORTIVOS

Si hemos de elegir un nombre que sobresalió entre la gran elite de participantes, no hay duda que el elegido sería el nadador norteamericano Mark Spitz, ganador de siete medallas de oro, acompañadas con siete nuevas plusmarcas mundiales, una hazaña que tardó 36 años en ser superada, cuando en los Juegos de Pekín de 2008, su compatriota Michael Phelps, logró rebasarla. Por supuesto que los condicionamientos técnicos y de material, eran muy diferentes a los de entonces.

 

El norteamericano Mark Spitz ganador de siete medallas de oro
El norteamericano Mark Spitz ganador de siete medallas de oro

Pero a Mark Spitz, que llegó a tener 26 plusmarcas mundiales, con 3 medallas de oro y 1 de plata en los anteriores Juegos de Méjico, nadie le puede discutir que ha sido el mejor nadador de toda la historia.

 

Un luchador ruso Ivan Yarygin, se impuso de forma sorprendente a los grandes especialistas de Oriente Medio, en una especialidad, que siempre fue dominada por ellos, logrando siete oros al ganar consecutivamente, a otros siete luchadores, en su primera actuación enunos Juegos Olímpicos.

 

Otra gesta, que debe figurar en este esquematizado listado de grandes protagonistas, lo encontraremos en la amazona de la Alemania Federal, Liselott Linsenhoff , la primera mujer en ganar una medalla de oro en hípica, en la especialidad de adiestramiento individual.

            

La australiana Shane Gould
La australiana Shane Gould

Tampoco puede dejar de mencionarse, la hazaña de la nadadora australiana Shane Gould, de solo 15 años de edad, que ganadora 3  medallas de oro, con sus respectivas plusmarcas mundiales, además de 1 de plata y otra de bronce, a la vez que dejaba constancia, del potencial que siempre ha tenido la natación de este país, en todos los grandes acontecimientos mundiales.

 

En baloncesto se originó un conflicto arbitral, que trajo consigo la protesta del equipo de USA que disputó la final contra la URSS, cuando en el último suspiro del partido, la mesa arbitral decidió que se realizara una última jugada, que se transformó en un enceste de los soviéticos, que contra pronóstico ganaron por un solo punto de ventaja, a los norteamericanos, que dicho sea de paso, se presentaron con un equipo formado por los mejores jugadores universitarios.

 

Esta incidencia motivó como protesta, que el equipo americano no se presentaran al podium a recoger la premiación de plata que les correspondía. Esta medalla actualmente esta depositada y custodiada en el Museo Olímpico de Lausana.

 

Después de 50 años de ausencia, fue introducido nuevamente en el programa olímpico, el Tiro con Arco, al igual que el Balonmano después de otros 26 años. Por primera vez, se introducía en el programa de competiciones, la especialidad del eslalon en canoa.

 

Lasse Virén, ganador de los 5000 y 1000 metros lisos
Lasse Virén, ganador de los 5000 y 1000 metros lisos

Un hecho que hizo correr muchos ríos de tinta, la protagonizó el atleta finlandés Lasse Virén doble ganador de los 5.000 y 10.00 metros, hecho que repetiría en los siguientes Juegos de Montreal de 1976, convirtiéndole en el único atleta en conseguirlo por dos veces consecutivas en toda la historia olímpica.

 

Esta gesta histórica, siempre han sido muy cuestionada por el método empleado en su preparación. Lasse Virén, que acostumbrada a entrenar en planicies situadas en gran altitud, ensombreció un poco esta gesta que según los rumores atribuían este hecho, a la utilización de la autotransfusión sanguínea, práctica que todavía no estaba prohibida en aquellos momentos. Lo que si era cierto, es que tenía una importante ventaja sobre los atletas que no utilizaban estos métodos. Aún así, él nunca quiso contestar a estas afirmaciones, cuando era asediado por la prensa.

 

Sería a partir de la década de 1980, cuando este tipo de dopaje fue prohibido por todos los estamentos oficiales, pero dejando desgraciadamente abierta, una nueva vía de estímulo físico, que posteriormente han sabido aprovechar  de forma sibilina, otros muchos deportistas, a pesar de los innumerables controles realizados hasta el día de hoy.

 

En la categoría femenina, también aparecieron las sombras de esta plaga, que a partir de estos Juegos irían dañando la imagen y pureza de nuestro deporte. Aunque no existen pruebas oficiales, de que esto fuera así, todos los ojos se dirigían hacía el sector de la parte Oriental de Europa.

 

De las trece pruebas programadas para las mujeres, todas las vencedoras fueron atletas pertenecientes a estos países del mencionado sector europeo. Seis lo fueron de la Alemania Oriental, cuatro de la Federal y dos de la URSS, lo que aún sin tener pruebas, como queda explicado, si dan una idea de lo que presuntamente podía suceder, en el Este de nuestro continente. Solamente una atleta, no perteneciente a este sector, fue la inglesa Mary Peters, vencedora de la prueba del Heptatlón.

 

Otro hecho a destacar fue el intento de boicot de muchos países, por la admisión de Rodesía, salpicada por los problemas de racismo que todavía existían en este país, pero que finalmente no fue admitida.

 

El soviético Valeri Borzov, en el centro, doble ganador de los 100 y 200 metros lisos
El soviético Valeri Borzov, en el centro, doble ganador de los 100 y 200 metros lisos

Otro destacado atleta fue el ucraniano Valeri Borzov, único atleta europeo hasta nuestros días, doble vencedor en las pruebas de 100 y 200 metros lisos en una misma olimpiada, aún que hay que hacer constar que en la final, no estaban dos los tres norteamericanos, que por un error de su entrenador, este confundió el horario de las pruebas.

 

Este gran velocista ruso se casó en el año de 1977, con su compatriota la gran gimnasta Ludmila Turishcheva.

      

Como en todos los eventos olímpicos, las pruebas de gimnasia ocuparon un lugar preferente en la atención de todos los aficionados. No pueden omitirse los nombres de las soviéticas Olga Kórbut y Ludmila Turishcheva, ganadoras ambas de dos medallas de oro, dos de plata y una de bronce, pero sobresaliendo la primera de ellas, por su formidable demostración en la prueba de paralelas asimétricas, donde a juicio de todos, fue hasta este momento, la más perfecta de todas las realizadas, a lo largo la historia olímpica.

 

El listado final de galardones fue encabezado por el equipo de la Unión Soviética URSS, con un total de 99 medallas, seguido por la delegación de USA con 94 y de la Alemania Oriental, con 66.

 

           LAS GRANDES ESTRELLAS DE LA GIMNASIA MUNDIAL

                                                  Olga Korbut Ludmila Turishcheva
                                                   Olga Korbut    Ludmila Turishcheva

 

LAS ANÉCDOTAS DEL MARATHON

 

La prueba de marathón tuvo un justo y merecido ganador en el atleta Frank Shorter, el cual atesoraba un excelente historial, con grandes marcas en las pruebas de fondo en pista, en carreras de campo a través y en los más importantes maratones internacionales. Hay que señalar que antes de la prueba de los 42.195 metros, ya había participado en la final de los 10.000 metros, llegando en quinto lugar, detrás de nuestro compatriota Mariano Haro.

 

El atleta de USA, Frank Shorter
El atleta de USA, Frank Shorter

Frank Shorter, nacido en Alemania, pero nacionalizado americano, fue después de 64 años el tercer americano en ganar una medalla de oro, aunque   ninguno de ellos, con la gloría de haber sido primero en pisar la meta.

 

Esta prueba siempre llena de anécdotas, contempló la primera de ellas, en Sant Louis en 1904, donde ganó el atleta de USA Thomas J. Hichs. En los Juegos de Londres en 1908, otro americano John J.Hayes, igualmente ganó otro oro. Pero ninguno de ellos tuvo el gran honor, como queda explicado, de pisar en primer lugar la cinta de llegada.

 

En la primera de ellas J.Hichs, fue precedido por su compatriota Fred Lorz, un tramposo que en el kilómetro16, sin pensárselo dos veces, se subió a un carro tirado por caballos.

 

En la segunda, J.Hayes fue eclipsado en la llegada, por el italiano Dorando Prieti, que ayudado por los propios jueces, llegó a traspasar la meta en primer lugar, en su titánico esfuerzo por no caer al suelo.

 

En la tercera en Munich, al bueno de Shorter, un chiflado estudiante alemán, Norbert Sadhaus, a falta de 2 kilómetros para la llegada, se agregó gratuitamente a la prueba, privándole de este momento de gloría, que supone llegar primero. Por supuesto todos ellos, fueron descalificados.

 

LA PARTICIPACIÓN ESPAÑOLA EN LOS JUEGOS

Nuestro país estuvo presente en las competiciones de atletismo, baloncesto, waterpolo, balonmano, boxeo, piragüismo, ciclismo y vela, siendo la mejor actuación la del boxeador asturiano Enrique Rodríguez Cal, ganador de la medalla de bronce, en la categoría del peso mini-mosca, la única medalla ganada por el deporte español.

 

En atletismo se presentó un equipo formado por 12 atletas, que tuvieron a pesar de no conseguir ninguna medalla, una gran actuación que podemos considerar como el primer aldabonazo de lo que pocos años mas tarde, conseguiría nuestro atletismo en unos Juegos Olímpicos.

 

Mariano Haro, liderando los 10.000 metros delante de Lasse Viren
Mariano Haro, liderando los 10.000 metros delante de Lasse Viren

Accedieron a la final Mariano Haro, que después de pasar la semifinal, alcanzó un extraordinario cuarto lugar en los 10.00 metros, con el magistral registro de 27:48,14, que solo por su conocida falta de sprint final, le dejó fuera del podium que sin duda merecía.

 

Por su parte Javier Alvarez Salgado, presente en la final de 5.000 metros, alcanzó un meritorio décimo lugar con la excelente marca de 13: 41,8 cosa que casi repitió que en 10.000 metros, que con un registro de 28:56,38 le valió el duodécimo lugar, después de superar en ambas pruebas unas durísimas series eliminatorias.

 

En cuanto al resto de participantes españoles, Antonio Ortiz en 800 metros, fue descalificado por salirse de la calle, antes de entrar en la zona libre de la pista y Manuel Carlos Gayoso (1:47,5) pese a esta magnífica marca tampoco pudo acceder a la final,

 

Por otro lado Agustín Fernández y Carlos Pérez en maratón, tuvieron una discreta actuación clasificándose el primero en la 39º posición y el segundo en la 50ª con 2h.27,24’2 y 2h.33,22’6 respectivamente, marcas muy por debajo de sus registros personales.

 

En los relevos de 4 x 100 el equipo compuesto por Manuel Carballo, Luis Sánchez Paraíso, Luis Javier Sarria y Francisco J, García López, fueron descalificados por no entregar correctamente el testigo en el tercer relevo.

 

Otras participaciones españolas en atletismo, fueron las de Manuel Soriano en 400 metros vallas (50,88) eliminado en su serie y Francisco J. García López en 200 metros lisos (20,89) los cuales a pesar de estas buenas marcas, no pudieron superar las series previas.

 

En la prueba de ciclismo, el represente español Jaime Huélamo, tercero en la llegada, fue descalificado al pasar el control antidopaje, al detectarse una dosis de “coramina”, sustancia no prohibida por la Federación Internacional, pero si por COI.

 

El piragüismo español estuvo representado por el palista asturiano Hermino Meléndez, el cual demostró sus enormes posibilidades, que rubricó en los siguientes Juegos de Montreal, al ganar la medalla de plata.

 

En las pruebas de regatas, la participación española corrió a cargo de la embarcación  “Fortuna”, cuyo patrón era el entonces Príncipe de España, Juan Carlos, acompañado por Félix Gancedo, Gonzalo Fernández de Córdova, Francisco Viudes y Juan Ragués, cuyo barco finalizó en la décima quinta posición. Este barco esta expuesto actualmente, en el Museo Olímpico de Barcelona “Juan Antonio Samarach” como obsequio del Rey Juan Carlos I de España..

 

El púgil Enrique Rodríguez Cal,  medalla de bronce
El púgil Enrique Rodríguez Cal,  medalla de bronce

En baloncesto, la selección española obtuvo el undécimo lugar en la final. Por lo que se refiere al waterpolo, nuestro equipo logró la décima posición, mientras en balonmano, nuestros representantes quedaron cuartos en su grupo eliminatorio, con tres derrotas y cero puntos, para finalizar en el cómputo final, en el 15º lugar entre 16 equipos participantes.

 

Esta final la primera en unos Juegos Olímpicos, la ganó Yugoslavia al imponerse a Checoslovaquia por 21 a 16 goles. La última clasificada fue la selección de Túnez.

 

LAS MEDALLAS PARA LOS CAMPEONES

 

Campeones   Olímpicos
100 metros lisos Valeri Borzov 10,14 URS
200 metros lisos Valeri Borzov 20,00 URS
400 metros lisos Vincent Matthews 44,46 USA
800 metros lisos David Wotlle 1:45, 9 USA
1500 metros lisos Pekka Vasala 3:36, 3 FIN
5000 metros lisos Lasse Virén 13:26, 4 FIN
10000 metros lisos Lasse Virén 27:38, 4 FIN
Marathón Frank Shorter 2h.12:19,8 USA
3000 obstáculos Hipchoge Keino 8:23, 6 KEN
110 metros vallas Rodney Milburn 13,24 USA
400 metros vallas John Akii-Bua 47,82 UGA
20 Km marcha Meter Franquea 1h.26:42, 4 GDR
50 klm. marcha Bernad Kannenberg 3h.56:11, 6 GER
Relevos 4 x 100 Equipo de USA 38,19 USA
Relevos 4 x 400 Equipo de Kenia 2:59, 8 KEN
Salto de altura Yuri Tarmak 2.33 URS
Salto de pértiga Wolgang Nordwig 5.50 GDR
Salto de longitud Randy Willians 8.24 USA
Triple salto Viktor Saneyev 17.35 URS
Lanzamiento de peso Wladyslaw Komar 21.18 POL
Lanzamiento de disco Ludvik Danek 64.39 TCZ
Lanzamiento martillo Anatoli Bondarchuk 75.49 URS
Lanzamiento jabalina Klaus Wolfermann 90.47 URS
Dacathlón Nikolai Avilov 8454 p. URS
Campeonas Olímpicas
100 metros lisos Renata Stecher 11,07 GDR
200 metros lisos Renata Stecher 22,40 GDR
400 metros lisos Monika Zehrt 52,08 GDR
800 metros lisos Hildegard Falck 1:58, 6 GER
100 metros vallas Annelie Ehrhardt 12,59 GDR
       Relevos 4 x 100 Equipo de GER 42,81 GER
Relevos 4 x 400 Equipo de GDR 3:23, 0 GDR
Salto de altura Ulrike Meyfarth 1.92 GER
Salto de longitud Heide Rosendahl 6.78 GER
Lanzamiento de peso Nadyezda Hhizhova 21.03 URSS
Lanzamiento de disco Faina Meinik 66.62 URSS
Lanzamiento jabalina Ruth Fuchs 63.38 GDR
Heptatlón Mary Peters 4801 p GDR
 
 

Waldi, la mascota de los Juegos

Fuentes de información:

Libros de la Asociación Española de Estadísticos de Atletismo   AEEA

Búsqueda por Internet.

Archivos de la Real Federación Española de Atletismo   RFEA

Libros de la IAAF World Records

Traducciones por Anna Martí.

Archivos de la Internacional Athletic Foundatión

Documentación própia

 

Mayo de 2012